Pablo Escobar
Durante el auge del Cartel de Medellín, Escobar controló toda la cadena de producción de cocaína, supervisaba la importación de los cargamentos de la pasta básica de la droga que provenía del Perú y Bolivia, la que al llegar a Colombia era transformada en cocaína en los laboratorios que el cartel tenía en la selva y una vez obtenida la droga, esta era llevada a Estados Unidos.
Escobar supo organizar sus alianzas, sin embargo, sus acciones así como su perfil público le granjearon muchos enemigos, que lo condujo a su caída.
Los hermanos Ochoa Vásquez: Jorge Luis, Juan David y Fabio, fueron sus aliados durante años y ayudaron a formar el Cartel de Medellín, otros, como José Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, también colaboró proporcionando hombres y apoyo logístico.
Escobar también tuvo alianzas con socios de países productores andinos como Jorge Roca Suárez (a) Techo de Paja y su tío Roberto Suárez Gómez (a) El Rey de la Cocaína, quienes le proporcionaron cargamentos de cocaína, también conformó alianzas con narcos mexicanos y se alió con el líder del Cartel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes (a) El Señor de los Cielos, quien utilizó sus aviones para transportar la droga de Escobar a Estados Unidos.
Escobar se enfocó en el mercado internacional y nunca la vendió en Colombia para el consumo interno, en esa época enviaba más del 80 por ciento de toda la cocaína traficada al país del norte, unas 15 toneladas al día.
Pablo Escobar también creó un servicio de cobro de deudas, conocido como la Oficina de Envigado, la que estaba en la alcaldía de Envigado, municipio de Medellín, utilizada para cobrar el dinero que le adeudaban y en caso de negarse a pagar los amenazaban y después enviaba a sus sicarios.
En el año 1976, se casó con Victoria Henao, quien en ese año tenía 15 años y tuvieron dos hijos: Juan Pablo y Manuela.
En 1981, el secuestro de la hermana de los Ochoa por la guerrilla llevó a la creación de un grupo paramilitar financiado por el Cartel de Medellín, conocido como Muerte a Secuestradores (MAS).
Pablo se presentaba como un populista, intentó ganarse a las comunidades desfavorecidas construyendo 70 canchas de fútbol comunitarias y decenas de viviendas para los pobres y la clase social alta de Medellín rechazó su solicitud de ingresar al principal club social de la ciudad y su intento de vincularse a la élite política fue frustrado cuando fue expulsado del Partido Liberal Colombiano y destituido como representante en el Congreso, las tensiones aumentaron cuando el Cartel de Medellín declaró la guerra al estado y en abril de 1984 el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla fue asesinado a tiros por sicarios de Escobar, el gobierno reaccionó firmando la extradición de Escobar a Estados Unidos y como respuesta, los sicarios de Escobar asesinaron a decenas de jueces, policías y periodistas.
Durante las elecciones de 1989, los sicarios de Escobar mataron a Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato del Partido Liberal y atentaron contra la vida del candidato César Augusto Gaviria Trujillo; usando estas tácticas, Escobar presionó al gobierno para que prohibiera la extradición a los Estados Unidos y logró negociar su entrega a las autoridades y pasó a una cárcel llamada La Catedral construida por él mismo, en aquella cárcel tenía mucha libertad y controlaba a los guardias.
Escobar estando en La Catedral extorsionó a otros narcos, obligándolos a pagarle cada mes, incluso comenzó a cobrar a los miembros de su cartel.
En 1992 los hombres de Escobar encontraron US$20 millones en la casa de Fernando Galeano, uno de los miembros del cartel; Escobar convocó a Galeano a La Catedral, donde fue asesinado, por este crimen el presidente Gaviria ordenó que fuera trasladado a una base militar en Bogotá, pero el capo escapó, finalmente los antiguos socios de Escobar se aliaron con el gobierno y desmantelaron su imperio, buscó refugio en Panamá, país por el que el Cartel de Medellín pasó drogas en su trayecto hacia Estados Unidos.
Uno de los eternos enemigos de Escobar fue el Cartel de Cali, el cual cooperó con el Cartel de Medellín a principios de los ochenta, con el fin de estabilizar el mercado de drogas y dividir el territorio en Estados Unidos, sin embargo, en 1988 ambos carteles estaban librando una feroz guerra, el Cartel de Cali financió a elementos del Cartel de Medellín, los cuales se volvieron contra Escobar y atacaron la estructura de apoyo de Escobar y se autodenominaron los Perseguidos por Pablo Escobar (Pepes) estos colaboraban con el Estado, del cual recibían protección, entre Los Pepes se encontraban los fundadores de lo que más tarde se denominó las AUC o Autodefensas Unidas de Colombia; los hermanos Fidel Antonio Castaño Gil (a) Rambo, Carlos y José Vicente (a) El Profe, que fueron aliados de Escobar, se distanciaron por su declarada afinidad sus presuntos vínculos con el movimiento guerrillero M-19 y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como Don Berna, quién se volvió contra Escobar después de que este matara a su jefe, Fernando Galeano.
Un líder del Cartel de Cali, Francisco Hélmer Herrera Buitrago, afirmó que él invirtió US$30 millones en la guerra contra Escobar; entre los miembros de Los Pepes cooperaron con el Bloque de Búsqueda, una unidad élite de la policía conformada en 1989, con alrededor de 600 miembros y asentada en la Escuela de Policía Carlos Holguín, en Medellín y cuando Escobar se entregó en 1991, los miembros de Los Pepes se dispersaron, pero se volvieron a unir tras su fuga en 1992 y lo persiguieron hasta encontrarlo en 1993.
Don Berna y Los Pepes siguieron el rastro a la familia y a las conexiones de Escobar y mataron a muchos de ellos; la policía utilizó a Don Berna para obtener información, lo que llevó a la captura de varios socios de Escobar, la incautación de sus propiedades y el congelamiento de sus cuentas bancarias; Don Berna afirmó que él y otros miembros de Los Pepes estaban con los policías que localizaron a Escobar el día de su muerte en que murió acribillado en el tejado de una casa en Medellín, el 2 de diciembre de 1993.
La figura del “hombre del pueblo” que intentaban transmitir traficantes como Escobar se está extinguiendo, el traficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, operó bajo este mismo esquema y Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, también lo ha hecho hasta cierto punto.
Escobar sigue siendo un símbolo de la narcocultura contemporánea y su nombre suele utilizarse para referirse a los capos de la droga que han dominado el mercado de la droga en América Latina y pocos han construido un imperio de la cocaína que rivalice con el de Escobar, cuyo rostro incluso ha sido impreso en los paquetes de drogas.
Escobar era conocido por adquirir artículos de lujo, propiedades y obras de arte y que ocultaba su dinero en efectivo en “caletas” y no temía alardear de la riqueza, cuyos ingresos semanales se estimaba en unos US$ 420 millones por lo que llegó a ser incluido en la lista de millonarios de la revista Forbes entre 1987 y 1993, su lujosa Hacienda Nápoles albergaba un zoológico con elefantes, jirafas, hipopótamos y otros animales exóticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario